Conocer la historia de Bilbao, de la ciudad que vas a visitar, te permite poder conocer datos interesantes que te ayudan saber más de la zona. Para ayudarte con ello vamos a conocer de manera resumida la historia de la ciudad vasca.
Historia de Bilbao en la Edad Media
Si hablamos de los orígenes de Bilbao, hay que remontarse a una Edad Media en la que existió una aldea pequeña de pescadores que estaba situada a orillas del río Nervión. En una de las laderas de este río, se levantaron una serie de casas en las que después estaría el núcleo de la ciudad y que se llamarían Siete Calles y Casco Viejo.
La denominación de Bilbao parece que nació de los dos márgenes de la ría en la que se encuentra y que en euskera ser diría “Bi Albo” (Dos lados).
En 1.300, el señor de Bizkaia, de nombre Don Diego López de Haro dio a esta aldea, el título de Villa. En aquel tiempo, la ría tenía una gran importancia en cuanto a estrategia y también para el comercio, facilitando que entraran todo tipo de mercancía.
Bilbao en la Edad Moderna
A finales del siglo XIV, Bilbao tenía tres calles paralelas, Somera, Artecalle y Tendería. Era un tiempo donde se produce una actividad comercial, no solo en el río, también se aprovecharon la multitud de minas que se encontraban en los alrededores de la ciudad, sobre todo de hierro, creándose muchas ferrerías y comenzando a crearse los astilleros.
El hierro y el comercio marítimo fueron fundamentales en aquella época para Bilbao y es el origen de la historia de Bilbao más exitosa.
Aquí comienza el origen del casco viejo de Bilbao, de la zona más carismática y acogedora y que debes ver en bilbao si vas varios días.
En el siglo XV, comenzó a crearse el Casco Viejo al contar con sus Siete Calles de Bilbao, a las mencionadas antes, se unieron Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barrena.
Durante el siglo XVI, el despegue a nivel comercial de la villa de Bilbao, se debió principalmente a la intensa actividad portuaria, teniendo un tráfico constante de mercancía con los puertos de gante y brujas, llegando también a iniciarse contactos comerciales con Gran Bretaña para intercambiar carbón y acero.
La actividad a nivel comercial de Bilbao hizo que comenzara a expandirse, por lo que, en el siglo XVIII, la ciudad ya tenía la forma que hoy podemos ver del Casco Viejo y además, debido al poco terreno existente, comenzó a expandirse al otro lado de la ría.
El siglo XIX, el más industrial
Durante el siglo XIX se comenzaron a fabricar los Altos Hornos, lo que supuso la industrialización de la ciudad y de su margen izquierda. Todo ello fue responsable de que Bilbao aumentará su densidad poblacional. Esto hizo que empezara a desarrollarse el ensanche de Bilbao, anexionándose las anteiglesias de Abando y Begoña.
Esta fue una época en la que se construyeron edificios señeros como la Bolsa, la Alhóndiga y el Teatro Arriaga.
El desarrollo industrial fue responsable de que la burguesía de Bilbao se dedicara a impulsar multitud de empresas siderúrgicas y navales, convirtiendo a Bilbao en la capital a nivel económico del País Vasco.
Bilbao era una ciudad con gran vitalidad, tanto en el plano industrial como en el cultural, que vio como todo esto se truncó en buena medida con la Guerra Civil española y la dureza de la posguerra como toda España.
Edad Contemporánea
A finales del siglo XX y con la reconversión industrial, Bilbao tuvo que hacer un replanteamiento de su economía y comenzó a desarrollarse el Bilbao que conocemos. Como decíamos en la década de los 90, un Bilbao con menos habitantes, por la crisis, pero también debido al proceso de desanexión que se produjo en 1983 de los municipios cercanos como Erandio, Loiu, Derio, Sondika o Zamudio.
Todo esto hizo que la ciudad tuviera que reinventarse y la actividad tradicional comercial e industrial, tuvo que dar paso a nuevos sectores. En todo esto tiene gran influencia el Museo Guggenheim o el Palacio Euskalduna, así como una mejora profunda en la propia ciudad y el medio ambiente.
Se creó el Metro que, por su futurismo, todavía varias décadas después, sigue siendo innovador. Además de esto, se eliminaron las trincheras ferroviarias, la gran cantidad de ruinas industriales que estaban en la ría y se comenzaron a construir nuevos edificios y entornos.
Toda aquella poco agradable visión de las ruinas industriales pasó a ser reemplazada por nuevas barriadas como Miribilla, Mina del Morro, etc. Son muestra de un cambio de gran profundidad en la historia de Bilbao, que pasó de ser una ciudad gris a una ciudad de servicios más acentuada.
El Guggenheim y su importante papel en la historia de Bilbao
Su apertura se produjo en 1997, formando parte de un esfuerzo para revitalizar la ciudad vasca. Desde que se produjo su apertura se convirtió en una atracción turística de gran nivel. Atrae a visitantes de muchos países y es sin duda alguna, el símbolo contemporáneo más importante de Bilbao.
Las exposiciones en el museo frecuentemente cambian y fundamentalmente contienen trabajos realizados durante el siglo XX. Las obras tradicionales o las esculturas suelen ocupar una parte pequeña si lo comparamos con otros formatos, instalaciones artísticas y formatos electrónicos.
Muchos especialistas de arte piensan que el edificio como tal, está bastante por encima de las obras que suelen formar parte de la colección del museo. En cuanto a la colección permanente, se encuentra la obra de Richard Serra, uno de los escultores más interesantes del siglo XX.
Las obras de Richard Serra han obtenido elogios durante mucho tiempo, quizás por lo innovador y desafiante, evidenciando el proceso de fabricación, características del material, participación del espectador, así como del entorno en el que se sitúan. Otros autores que están presentes son Joseph Beuys o Kenneth Nolan por decir algunos nombres.
Más allá del tema artístico, lo realmente importante es el impacto que este edificio ha tenido a nivel turístico en la ciudad. Muchas ciudades después de su construcción han intentado seguir la estela, aunque la mayoría no han conseguido unos resultados tan espectaculares como la ciudad vasca.